Ideas.
Ahí parece que empezara todo, sin embargo hay un paso previo que es la libertad de crear, ese permiso tan valioso.
Las ideas empiezan a provocar desafíos. Les ponemos un nombre más práctico, iniciativa, pero son ideas.
Y todo el proceso se pone en marcha. La energía se retroalimenta en esa necesidad de plasmar, y necesariamente aparece el proyecto.
Pero ideas hay muchas, están las que se ponen en fila con lo que se espera de mí, y otras que parecen inalcanzables o al menos, inverosímiles.
Eso habla de mi versatilidad, de la posibilidad de tantas cosas. Hago una selección, siguiendo mi corazón.
Cada proyecto, cada creación va a transformarme, y voy a volver al principio, a otra idea, otra creación, otro proyecto.
Así nace ECLÉCTICA. Es un paso más en esta hermosa aventura de crear, de ser libre, de vivir…
